lunes, 23 de junio de 2014

En junio hablemos de energía... y de futbol.

@JorgeMGalvan

Publicado originalmente por el Partido Revolucionario Institucional el 6 de junio de 2014.

La República no puede detener su paso, ni detener su ímpetu, mucho menos por un Mundial de futbol. Hoy mismo continúa el debate sobre la legislación secundaria en materia energética en México; debate que no debe ser circunscrito a las cámaras legislativas. Bajo esta premisa en estos días se vuelve harto necesario hablar de energía, pero también se hablará de futbol, y qué bueno porque así es la democracia: multidimensional; quien afirma lo contrario no hace más que apostarle al autoritarismo. Se debatirá porque la República no detiene su paso, mucho menos en momentos en que enfrentamos futbolísticamente a tres países con los cuales también podemos hablar y discutir sobre energía.

Croacia es un país europeo que ya sabe lo que es ser tercer lugar en un campeonato mundial de futbol. Puede ser que Croacia tenga una gran cantidad de energía en la cancha con grandes jugadores como Mandzukic, Rakitic o el campeón europeo Luka Modric, pero su país es un importador neto de energéticos. Este país tiene una producción de 20.07 miles de barriles diarios (mbd) de petróleo ocupando el lugar 76 en el mundo.  Su consumo es de 92 mil barriles de petróleo diarios y es un importador neto de petróleo (-70.11 mdb). En cuanto al gas natural, Croacia produce 53.11 miles de millones de pies cúbicos teniendo el lugar 70 en el mundo, mientras que su consumo es de 82.07 miles de millones de pies cúbicos, es decir, Croacia es un importador neto de gas natural.

En 2009, una disputa sobre el precio del gas con Rusia causó una severa escasez de energía en el este de Europa, resaltando los riesgos que supone la dependencia energética en un solo proveedor. La condición monopólica de distribución del gas supone riesgos para Croacia al ser importador neto y más cuando su dependencia se refleja en que el 96% de su gas importado proviene de Rusia. Según el ministro de relaciones exteriores español, José Manuel García-Margallo (quien en fechas recientes visitó México), la crisis en Ucrania de 2014 ha destacado la debilidad energética, no sólo de Croacia, sino de toda Europa. México representa un momento geoestratégico clave para Europa porque su excedente energético alcanzado con la reforma energética que impulsa el Presidente Peña  (específicamente el excedente de gas) podría sacar de apuros a más de un croata falto de energía y así obtener recursos para mejores escuelas y hospitales en México.

El juego con el que inicia México su paso en el mundial, será contra Camerún, que es un país africano cuya producción total de petróleo es de 63.52 mbd, mientras que su consumo es de 35 mbd y exportan 27. 18 mbd. En cuanto a gas, Camerún produce 5.3 mdb y consume la misma cantidad. El país africano ocupa uno de los peores lugares en el mundo en cuanto a consumo de energéticos y eso se refleja en su producción y grado de industrialización. Todos los países necesitan de energía para mover a sus economías y crecer, cuando un país no consume suficiente energía, esta queda disponible para ser exportada y aprovechada por otros. Este es el caso de Camerún, particularmente de Alexandre Song y Samuel Eto´o quienes poseen una gran energía camerunés que ha sido aprovechada fuera de su país por equipos como el Real Madrid, Arsenal, Chelsea, Barcelona, Inter de Milán o el Anzhi ruso.

México tiene gran energía en casa que afortunadamente hemos sabido aprovechar hasta ahora como la de Oribe Peralta, el lesionado Luis Montes o Rafael Márquez (orgulloso káiser de mi estado), quien resaltando su experiencia adquirida en el extranjero, es hoy bicampeón del futbol mexicano. Sobre esta misma base de aprender de las mejores experiencias internacionales, México quiere y debe asegurar el futuro energético nacional para que nuestra energía siga siendo aprovechada para detonar todo nuestro potencial, elevar nuestra productividad y que se refleje en la cartera de las familias mexicanas. La demanda de energéticos en el mundo seguirá aumentando en los próximos años, razón por la cual si queremos que nuestra economía no se rezague en un mundo que avanza a contracorriente, necesitaremos hacer uso de toda nuestra energía, inclusive aquella que no hemos utilizado como el petróleo en aguas profundas o el gas de lutitas.

El juego contra Brasil se antoja a priori parejo, con el sesgo de quien escribe (un fiel creyente de la selección mexicana) y después de que la selección nacional ganara la final por la medalla de oro en los juegos olímpicos precisamente contra el anfitrión del mundial 2014. Así como se antoja parejo el juego, los perfiles energéticos entre ambos países también lo son y más si se considera que ambos son importadores de gas.

La diferencia entre Brasil y México en cuanto a gas radica en que en nuestro país importamos casi el doble de gas que en el país anfitrión de la copa del mundo. El que México sea importador de gas se vuelve relevante toda vez que el 36% de la energía que consumimos proviene del gas, mientras que en Brasil el consumo es de sólo 8%. El Banco de México dio a conocer un estudio en 2013 en el que estimó que la caída del PIB en el segundo trimestre del mismo año hubiera sido menor de no haber existido desabasto de gas en nuestro país a causa de la falta de líneas de distribución y de producción nacional. Hoy la legislación secundaria en materia energética que impulsa el Presidente Peña busca asegurar el futuro energético de México abasteciendo a los grandes centros productivos del país para generar los empleos que nuestra economía necesita. Si los países BRIC, que encabezaba Brasil, han mostrado una desaceleración considerable, hoy México está llamado a acelerar su crecimiento encabezando no sólo una lista de países, sino a la revolución energética que ya está en marcha.

La selección mexicana de futbol no ha sabido aprovechar todas sus energías para hacer que nuestro país sea ganador de copas del mundo. Este es el mismo caso que el perfil energético nacional, en el que cayendo (entre otras cosas) en la enfermedad de los recursos anunciada por Sachs y Warner (relación negativa entre exportación de recursos naturales y lento crecimiento económico), no ha logrado convertir los recursos energéticos en productividad nacional para generar empleos y mejorar salarios. Hoy aún hay quienes le apuestan al corto plazo, usando nuestros recursos naturales como el petróleo y el gas, para crecer a costa de que sea por un breve período y aumentando la deuda, así como sucediera con la crisis del petróleo que derivó en la crisis de 1982.

Yo, a diferencia de los llamados a usar indiscriminadamente nuestros recursos, le apuesto a la conformación de fondos de renta bien administrados; le apuesto a despetrolizar nuestras finanzas aumentando la contribución fiscal que hace cada mexicano y por encima de todos, a las grandes empresas y quienes más tienen (para financiar un seguro social universal por ejemplo); le apuesto a un crecimiento sostenido basado en aumentar la productividad; le apuesto a no simular procesos de clasificación cada 4 años, digo, 6 años y como un proyecto nacional y no de grupo.

Si este pensamiento, además de los beneficios enumerados, también deriva en ganar copas del mundo, pues qué mejor, apostémosle a democratizar la productividad con la aprobación de la legislación secundaria en materia energética impulsada por el Presidente Peña.

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